TDD significa «Desarrollo Guiado por Pruebas» en inglés, y se refiere a una práctica de desarrollo de software en la que las pruebas automatizadas se escriben antes de escribir el código de producción. El proceso básico del TDD sigue estos pasos:
- Escribir una prueba: Antes de comenzar a implementar una nueva funcionalidad o realizar cambios en el código existente, el desarrollador escribe una prueba automatizada que define un aspecto del comportamiento deseado.
- Ejecutar la prueba: La prueba recién escrita debería fallar, ya que el código de producción que implementaría la funcionalidad aún no existe.
- Escribir código de producción: Se implementa la cantidad mínima de código necesario para que la prueba pase satisfactoriamente.
- Ejecutar todas las pruebas: Se ejecutan todas las pruebas automatizadas, incluida la nueva que se acaba de escribir, para garantizar que la nueva implementación no haya roto ninguna funcionalidad existente.
- Refactorizar: Si es necesario, se realiza la refactorización del código para mejorar su estructura y diseño sin cambiar su comportamiento.
- Repetir: Se repiten estos pasos de manera iterativa para cada nueva funcionalidad o cambio en el código.
El TDD tiene varios beneficios, como la detección temprana de errores, la mejora de la estructura del código, y la creación de una suite de pruebas sólida que puede ejecutarse fácilmente para garantizar que las futuras modificaciones no introduzcan regresiones. También promueve un enfoque incremental y modular en el desarrollo de software.
Es importante destacar que el TDD es más que simplemente escribir pruebas antes del código; implica una mentalidad y una disciplina que fomenta la calidad del código y la confianza en su robustez.